viernes, 16 de mayo de 2008

Eso dolió...

Nadie lo podía creer. El último ataque del Barce y la pelota pasa engañosa cerca de la línea, da en el palo y se va. Fue uno de los peores castigos para el anhelo de ganar a "lo Barcelona" en los últmos minutos del partido.

Pablo hizo un buen papel, pero a lo mejor le faltó mayor seguridad y decisión al momento de enfrentarse con el arco contrario. Él no lo podía creer, ni millones de barcelonistas tampoco. Su decepción era evidente y estuvo a punto de que se le salieran las lágrimas. A nosotras también...

Al final del encuentro, la gente salía en silencio y sólo se escuchaban ciertos murmullos o unos que otros cánticos de aliento a pesar de la derrota. Porque eso significa lamentablemente.

Palacios, fue aplaudido al final del encuentro y nosotros aplaudimos el esfuerzo que pone en nuestro equipo y su entrega completa, siempre.

Nos faltó suerte, aunque muchos digan que ésta no existe. Así que SUERTE para el próximo encuentro, Pablo.

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